lunes, 26 de octubre de 2009

La Ambición Inusitada Del Duque De Lerma

Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, nació en Tordecillas (Valladolid), en el año 1533. Sus padres fueron Francisco Sandoval marqués de Denia, y doña Isabel de Borja, hija de Francisco de Borja (San Francisco de Borja), todos ellos pertenecientes a la gran nobleza española con una gran tradición desde 1412.

Muy protegido desde pequeño por su padre, y por su tío el Arzobispo de Sevilla, don Cristóbal de Rojas Sandoval se educó en la corte madrileña de Felipe II y logró introducirle en el puesto de menino del príncipe Carlos, hijo de Felipe II y de su primera mujer María Manuela de Portugal.

Cuando muere su padre en 1575, Francisco queda al cargo del linaje su familia con una herencia llena de deudas que le dejó su padre, Pero el ascenso en su carrera comienza muy pronto con un primer cargo de gentilhombre de cámara del rey. Más tarde, en 1592, pasa a ser gentilhombre de la casa del príncipe Felipe (futuro Felipe III) siendo en ese momento cuando comienza la gran amistad entre los dos personajes.

Algunas personas de la corte del rey Felipe II supieron ver desde el principio la gran influencia que el futuro duque de Lerma tenía sobre el príncipe y recomendaron al rey que lo alejase por algún tiempo. Así fue cómo el rey le nombró virrey de Valencia, puesto que ocupó a lo largo de dos años. A su regreso a Madrid el propio príncipe Felipe pidió su nombramiento para caballerizo mayor.

("Duque de Lerma"/1603-Oleo de Rubens-Museo del Prado)

Cuando el príncipe Felipe subió al trono como Felipe III, quiso tener como amigo consejero y hombre de toda su confianza a Francisco de Sandoval, nombrándolo como principal consejero del rey, aún por encima de todos los demás miembros de la corte real. A partir de ese momento, Francisco de Sandoval y Rojas fue el verdadero "rey" de España. Se rodeó de un equipo de gente de su confianza y distribuyó los puestos más importantes de la corte entre miembros de su familia y amigos. Uno de estos personajes fue Rodrigo de Calderón, de quien se decía que era "el valido del valido".

En 1599, Felipe III le otorga el título de duque de Lerma, y entra así en la categoría de Grande de España.

Gran aficionado a las cartas, al juego, y a la caza (aficciones que llegó a contagiar al mismo rey), y de personalidad cambiante fue un personaje muy poderoso en su época haciéndose inmensamente rico a costa de saber manejar el tráfico de influencias, la corrupción y la venta de cargos públicos. Por otra parte fue un verdadero mecenas en la ciudad de Lerma en Burgos, donde empleó gran parte de su fortuna en engrandecerla y embellecerla contratando a los más sobresalientes arquitectos y utilizando los mejores materiales.

Por su cargo como ministro del rey vivía siempre donde se hallaba la corte; al principio de su mandato este lugar era Madrid, pero en 1601 consiguió que el rey accediera a trasladar la corte a Valladolid, que por entonces era una ciudad bastante importante con cerca de 80.000 vecinos y 15.000 casas (el promedio por aquella época era de 10.000 a 15.000 habitantes). El duque efectuó una magistral operación inmobiliaria seis meses antes del traslado, comprando propiedades e invirtiendo en su propio beneficio. Algunas de estas propiedades, como la llamada Huerta de la Rivera, se la vendió años después al rey, pocos meses antes del regreso de la corte a Madrid. Compró también un palacio a don Francisco de Cobos, edificio que vendió al año siguiente también al rey y que fue convertido en palacio real.

El poder del duque de Lerma fue inmenso; llegó a manejar el sello real. Llegó controlar el reino y a tomar él sólo todas las decisiones políticas entre 1599 y 1618. Los incidentes más importantes de su mandato fueron en 1609 con la firma de la tregua con los Países Bajos y la expulsión de los moriscos, terrible decreto firmado por Felipe III, totalmente influenciado por el Duque de Lerma.

En estos años la crisis económica de la Corona era harto conocida y fue uno de los impulsores de la depreciación de la moneda vigente. Pero ni aun con estos trucos financieros bastaron para despejar el negro horizonte económico. Hay que recordar que llagaban a España barcos de las Américas repletos de oro.

(Estatua orante del Duque de Lerma - Pompeo Leoni y taller, 1608)

La reina Margarita, esposa de Felipe III no era partidaria de los abusos e influencia del duque de Lerma y a su alrededor tenía muchos consejeros descontentos también. Hubo una investigación de las finanzas que fue descubriendo el entramado de corrupción e irregularidades. Empezaron a caer culpables e implicados, entre otros el valido del duque, don Rodrigo Calderón, que fue ejecutado en la Plaza Mayor de Madrid. Se desencadena una presión en contra del régimen y ante los acontecimient.

(Dibujo del siglo XVII de Felipe Calderón antes de ser ejecutado en 1621 en la plaza de Madrid) - Imagen tomada de Oronoz

Barruntando su fin, el de Lerma había conseguido que el papa Paulo V le nombrara cardenal (1618), y hasta inició un cambio de conducta con la exigencia de responsabilidades a algunos altos funcionarios de Hacienda. Pero su suerte estaba decidida y el propio rey le despidió con la fórmula benévola de un permiso para retirarse a Valladolid o a Lerma (1618).

Cuando le fue concedido el cardenalato corrió por Madrid una coplilla que decía: “Para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España, se viste de colorado”.

Tras la muerte de Felipe III, el nuevo ministro, el Conde-Duque de Olivares, abrió un proceso contra los responsables de la anterior administración. Lerma salvó la vida por su condición de prelado, pero fue desterrado a Tordesillas y obligado a devolver buena parte de sus riquezas.

Su disgusto fue tan hondo que falleció a los pocos días en esta misma ciudad, en 1625.

Fuentes consultadas:

Fuentes consultadas:
Biografías y Vida
Las Biografías

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