domingo, 31 de mayo de 2009

Hayreddin Barbarroja

(Hayreddin Barbarroja. Cuadro de la Escuela Florentina.1550)


Khidr Barbarroja fue el cuarto hijo de Jacob o Yakub y de Catalina, viuda cristiana que casó con Yakub en segundas nupcias. Nació Khidr en Midilli, (actual Lesbos), y los historiadores no se terminan de poner de acuerdo sobre el año de su nacimiento, situándolo entre 1475 y 1478.
Aunque como ya se ha dicho, su nombre era Khidr posteriormente fue conocido como Hayreddin Barbarroja, derivado del nombre musulmán Jhair ad Din, que significa “Bondad de la religión”, y que le fue dado honoríficamente por Suleyman I.

Se sabe que Yakub, se dedicó a la alfarería, haciéndose con un bote para poder comercializar los productos de su negocio con la ayuda de sus cuatro hijos. El mayor, Oruç, le ayudaba en la navegación y Khidr en la alfarería, pero poco después pasaron a involucrarse en el negocio internacional.
Comenzaron como marinos y terminaron como corsarios en el mediterráneo luchando, contra los Caballeros de la Orden de San Juan, que representaban un peligro para el comercio marítimo otomano, siendo uno de sus más encarnizados enemigos.
Al regreso de una expedición a Trípoli con fines comerciales, fueron atacados por los Caballeros de la Orden de San Juan, capturada la nave y muerto Elías. Oruç fue hecho prisionero y confinado al castillo de Bodrum, dónde permaneció tres años, hasta que fue rescatado por Hayreddin.
A partir de este hecho se convirtió en la mano derecha de Oruç, comenzando, junto a su otro hermano Isaac, una frenética carrera entregada de lleno a la piratería, y apoyando al primero en su empresa de contraatacar a los españoles y emprender una campaña de saqueo contra la costa de Andalucía y las islas Baleares, y unirse a él a la muerte de Fernando el Católico a una conjura antiespañola, pues Oruç fue siempre deseoso de poseer un imperio propio.
En 1512, durante la empresa de tomar la plaza de Bugía, en la ciudad de Cabilia, su hermano Isaac es herido de muerte, y en 1518, Oruç sufre la misma suerte cuando Carlos V ordena a sus hombres que ataquen al pirata en Tremecén.
Muerto el hermano mayor, Hayreddin Barbarroja queda al frente de un reino que se desmorona por reciente, continuando con la política de su hermano de transportar musulmanes mudéjares desde España al Norte de Africa.
En diciembre de 1518 al mando de un ejército turco enviado por el sultán otomano, Barbarroja reconquistó Tremecén.

(Barbarossa)
A diferencia de Oruç, él no era un personaje atraído por la política, sino un auténtico corsario, un navegante únicamente preocupado por las acciones de pillaje. El nuevo “guerrero de la fe” es un hombre de excesos, borrachazo y proclive a los escarceos amorosos, tanto con hombres como con mujeres. Todos le temen. De hecho, los cronistas otomanos cuentan que las madres mencionaban su nombre para que los niños dejaran de llorar.

Hayreddin se comporta de forma irracional cuando acusa al rey del Cuco de la muerte de su hermano.
Ahora ya no tiene uno, sino dos potentes enemigos: los cristianos y los magrebíes, y es justo cuando más necesita el apoyo externo para conservar los territorios heredados ante la desconfianza de sus propios súbditos.

La solución pasa por someterse al arbitrio de la Sublime puerta, el gobierno turco. El corsario se reconoce vasallo del imperio otomano y cede todos los territorios conquistados a cambio de colaboración en la lucha contra los cristianos.

El Sultan Selim I acepta la propuesta de buen grado, y además de fortuna y un título de gobernador, concede a Barbarroja una guarnición de 2.000 jenízaros, un cuerpo militar caracterizado por su disciplina y brutalidad. Para los líderes magrebíes, la alianza entre el corsario y la máxima autoridad islámica supone un peligro para el mantenimiento de su independencia.

Derrota en 1519 una flota hispano-italiana que intentaba recuperar Argel. Ataca Provenza, las Islas de Hyères en el sur de Francia, y Tolón.
En 1521 ataca las Islas Baleares y captura varias naves españolas que regresaban a Cádiz desde el Nuevo Mundo.
A través de un enviado suyo, participa en 1522 en la conquista de Rodas, organizada por el imperio Otomano, resultando de ello la expulsión de los Caballeros de la Orden de San Juan el 1 de Enero de 1523.

(Rodas. Imagen de Muhteşem Denizcilik Tarihimiz - Estambul - Turkía)

Durante la década de 1520, Hayreddin se entrega a una frenética actividad de corso junto con los jenízaros. Primero recorre las costas del sur de Italia y de Sicilia. Con las riquezas conseguidas, expande su influencia hacia las ciudades marítimas occidentales y emprende una campaña militar por los territorios del interior buscando alianzas.
El rey de Cuco muere, y entonces los beréberes deciden ponerse de su parte. Barbarroja regresa a su gobierno de Argel, pero convierte la ciudad en un caldo de cultivo para los enfrentamientos arduos en el Mediterráneo entre los cristianos y los turcos.
Le queda una asignatura pendiente: El Peñón de Argel.

(Argel. Imagen de Muhteşem Denizcilik Tarihimiz - Estambul - Turkía)
Hayreddin había derrotado a numerosos ejércitos hasta constituirse en señor de prácticamente de toda la Berbería.

Resulta paradójico que a aquellas alturas, todavía se le resistiera el Peñón, una isleta justo enfrente de la capital, Argel, en la que se había erigido un castillete custodiado por apenas doscientos españoles. No hay duda de que, hasta esa fecha, la fortaleza, bajo la dirección del capitán madrileño Martín de Vargas, ha cumplido su función: impedir fondear a las galeotas corsarias cerca de los muros de la ciudad.
El menor de los Barbarroja escoge una fecha idónea para el asedio. Calor V está muy ocupado preparando su viaje a Italia para ser coronado emperador, para el que recluta todas las naves disponibles. En 1529, los argelinos comienzan el bombardeo del Peñón, que durará varios días. Martín de Vargas pide auxilio a la metrópolis, pero no recibe respuesta. No es momento para atender asuntos menores.
La conquista de la fortaleza permite a los corsarios la construcción de un gran puerto para la ciudad mediante la unión de la tierra con la isleta.

(Puerto de Argel. Imagen de Muhteşem Denizcilik Tarihimiz - Estambul - Turkía)
Ahora las galeotas corsarias pueden navegar con seguridad cerca de las atarazanas sin la vigilancia de los cañones españoles. Las opciones de corso proliferan, para desesperación de Carlos V.

(Galeras con remeros - imagen de Los convidados )
A partir de entonces, hasta 1530, realizó numerosísimas incursiones en territorios europeos en el Mediterráneo, asaltando Andalucía, Marsella, Crotone, Mesina y Toscana.





(Batalla de Mesina Muhteşem Denizcilik Tarihimiz - Estambul - Turkía)
El éxito de las conquistas de Barbarroja lo convierten en un personaje atractivo para los enemigos de los españoles. El sultán de la Sublime Puerta, ya entonces Solimán el Magnífico, lo llama a Estambul y lo nombra almirante de su flota. El hijo de Selim I está ansioso por mantener sus plazas en el Mediterráneo y por adentrarse en Europa Central.

(La Corte de Solimán El Magnífico Muhteşem Denizcilik Tarihimiz - Estambul - Turkía)

Mientras, el rey de Francia, Francisco I, intenta que Barbarroja cambie de bando, pero el corsario debe fidelidad al Solimán. No obstante, el sultán y el cristianísimo monarca tienen un enemigo común, Carlos V, así que sellan una alianza: Hayreddin convence a solimán de la toma de Túnez, pero antes debe marchar contra Génova, república en disputa con el rey de Francia, en la que la primera misión sería fruto del pacto de colaboración. Los resultados de su paso por Italia fueron devastadores. El imperio otomano había llevado la guerra hasta las mismísimas aguas del contrario, pero la osadía le aseguró el dominio del Mediterráneo hasta la derrota contra los cristianos en la batalla de Lepanto, tres decenios después.

Barbarroja seguía con la vista fijada en Túnez, el punto más importante de la costa de Berbería y uno de los mejores para la práctica del corso.

(Tunus (Túnez) Muhteşem Denizcilik Tarihimiz - Estambul - Turkía)
En 1535 la ciudad se rinde en tan sólo dos días, pero el corsario sabe que la respuesta de Carlos V será inmediata, así que se apresura a preparar la defensa. En efecto, el Emperador se toma la derrota como una gran ofensa y ordena a su almirante Andrea Doria organizar la flota. Desoyendo los consejos de sus hombres de estado, Carlos V decide emprender por primera vez una acción militar en persona para la recuperación de Túnez. Y lo consigue.
Para cuando llega a la ciudad, Hayreddin ya ha conseguido huir, pero descubre en su residencia algunas cartas que Solimán el Magnífico y Francisco I se habían intercambiado para concretar los detalles de su alianza.
En 1536 Barbarroja fue llamado de vuelta a Estambul para tomar el mando del ataque naval otomano contra el reino de Nápoles.
(Estambul (antigua Constantinopla - Muhteşem Denizcilik Tarihimiz - Estambul - Turkía)
En julio de 1537 desembarcó en Otranto y capturó la ciudad.

(Hayreddin Barbarossa - Muhteşem Denizcilik Tarihimiz - Estambul - Turkía)
La expansión del imperio otomano provoca una larga crisis en la economía de la república de Venecia, que se ve incapaz de continuar la guerra contra el infiel en solitario. Las naves venecianas se unen a las papales y a las del bando imperial, en lo que se denominará la Liga Santa. Se trata de la mayor movilización de una armada en el siglo XVI hasta Lepanto.

Pero el despliegue de medios no es una garantía para el éxito: la batalla de Prevesa, en 1538, será recordada como uno de los episodios más vergonzosos de los cristianos, que triplicaban en efectivos a los turcos. Los dos bandos se enfrentaron frente a frente en esta agua del occidente griego en unas condiciones climatológicas adversas.

A pesar de que las galeotas de Barbarroja se hallaban en clara desventaja numérica, Andrea Doria acabó por dar la orden de retirada a los buques de la Liga. Ahora el Mediterráneo era un mar turco.



(1538-Batalla de Preveza- Andrea Doria se rinde a Barbarroja - Museo de la Armada Turca, Estambul)

Carlos V mantuvo conversaciones secretas con el corsario para que abandonase al Sultán, pero resultaron inútiles. El Emperador todavía habría de protagonizar otra fracasada expedición tres años después en un desesperado intento de acabar con el corzo, emprendiendo un combate en persona, esta vez en Argel. El Monarca no tiene en cuenta la estación del año: el invierno. Una fuerte tormenta castiga a las naves españolas y la única salida termina por ser la retirada. A partir de entonces, Carlos V se irá desentendiendo de los asuntos de Berbería para dedicar su atención al centro de Europa, también amenazado por los otomanos.

Hayreddin Barbarroja, por su parte, nombra a su único hijo, Hasán, gobernador de Argel, y se despreocupa de los territorios del norte de Africa.

Los últimos años de su vida se retira a descansar a su palacio en el mar Büyükdere barrio de Estambul, en el noroeste de las costas del estrecho del Bósforo, aunque se piensa que en realidad estaba planificando la creación de otra armada.

(Palacio de Estambul - Muhteşem Denizcilik Tarihimiz - Estambul - Turkía)

El menor de los Barbarroja no falleció heroicamente en combate como su hermano Oruç, sino en la cama, en el año 1548. La causa de la muerte “unas recias calenturas”, provocadas, según algunos cronistas por los requisitos amorosos de su última y joven esposa.
Es enterrado en el mausoleo de altura (Turbe) en las cercanías del puerto del distrito de Besiktas en la parte europea de Estambul, que fue construido en 1541 por el famoso arquitecto Sinan.

Las leyendas continuaron brotando después de su muerte. Cuentan los turcos que su cuerpo fue hallado varias veces fuera del sepulcro hasta que a un hechicero griego se le ocurrió enterrarlo junto a un perro negro. Durante años, los otomanos, antes de entrar en combate, le rendían homenaje ante el epitafio de su tumba:

“Esta es la tumba del guerrero de la fe, el almirante Hayreddin Bajá, conquistador de Argel y Túnez. Dios lo tenga en su misericordia”.

Aunque el apodo de Barbarroja se debe, como se explica en Oruç Barbarroja, por la coincidencia fonética ya la barba de Oruç era ligeramente pelirroja, no así la de Hayreddin, que se la tiñe henna para tener el mismo tono de color que la de su hermano.

Bibliografía:
*“Los Barbarroja”, Miguel Angel de Bunes, Madrid, Alderabán 2004.
*Anabel Herrera, “Historia y Vida”

2 Comments:

Diana de Méridor said...

Era teñido!
Jijiji, que sorpresa, madame, lo ultimo que hubiera imaginado!

Vamos, que este no era el cerebro de la banda precisamente, no?

Andrea Doria era otro personaje muy interesante, aunque a decir verdad me cae un poco mal a pesar de sus meritos como marino.

Muy completa entrada, madame

Bisous

Diana de Méridor said...

Madame, hay algo para usted en mi blog.

La aguardo!

Buenas noches

Bisous

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